Y se lleva consigo los minutos de calor, de pasion y ternura.
Mantener el paso firme, para que los vientos de tormentas no me dejen en el suelo.
A pesar de las dudas, de las madejas de lana que enrollan mi mente en momentos de angustia, deseo permanecer aqui, para que jamas puedas perderme de vista; para que cuando te sientas triste, sean mis manos las que te den el calor que tanto buscas para tu corazon de piedra. No me dejes en la inmensidad de la noche, que le temo a los monstruos terribles que desean comer mi corazon de dulce. Solo quedate arrimado a mi cuerpo, como tantas noches en donde somos complices. Tranquila en las olas que abaten mis ideas, lograre darte todo lo que esperas, mi piel se convertira en acero, mientras espero a que todo pase.
lunes, 1 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario